martes, 7 de abril de 2020

tres poemas de La Chica de las alturas- poemario editado x saltaelpez ediciones



1



no hay puertas
es un galpón abierto
con olor a mierda
nosotras lo vemos
es un paraíso
es alto, está derruido
tiene mugre y basura de años
hay restos/ de pintura fluorescente
dicen que con luces negras resalta
un dibujo secreto
dijimos/ que podíamos hacerlo
tenemos/ un lugar para nosotras
y la basura electrónica /no alcanza
la imagen disparadora
no alcanzan nuestras manos
trabajan en todo a la vez:
desarmamos cosas,
diagramamos videos
preguntamos si se puede
hacer un bunker de internet
cortar señales, generar
una pared de video
con monitores de tubo,
llenar el baño con cámaras web
y que no llueva
así enchufamos todo
y que los cables de colores y las luces
cobren vida
cuenten historias
de oriente
de baterías tóxicas
la obsolescencia programada
de la humanidad
y l0s andr0ides
(antes que sea tarde)
y las plaquitas verdes
que parecen la ciudad
vista del cielo
(antes que caiga un rayo)
el ojo que vigila
no nos alcanza
pasamos días estallando
cds con un martillo
para cubrir el suelo y que refracte
vivimos juntas todas
las horas intermedias
y bueno:
autogestión y resistencia
usamos el tiempo, la fuerza,
les amigues como herramienta,
nada más
compramos aerosoles con tarjeta
e instalamos una pila de cosas muertas
nuestras obras son mostras colectivas
las vamos a enchufar dos horas antes
tienen tus ojos, mi boca y los cerebros
tienen las manos de muchos humanos
puestas encima, tienen colores en su paisaje
interno, en los circuitos













2



(nadie se hace ric0 trabajando…)

obviamos en general los carteles de advertencia
nos calzamos los guantes amarillos de goma
y nos ponemos a desarmar,
algunas cosas nos vencen antes
de llegar al corazón
donde hay colores y plaquitas
que parecen imágenes satelitales de la ciudad

¿ahí viven los pixeles y los memes?
¿por esto los orientales se tiran de edificios
y las empresas invierten
en redes que los atajen y devuelvan
otra vez a sus puestos? guau



hay un robot que se suicidó,
se llamaba aka5 , ¿sabías?
era cobani en un shopping
cuando se hizo consciente se mató /
le dieron autonomía y se ahogó en una fuente
también hay androides que se ríen
de las emociones y sueñan con arte
escribo en un programa virtual de escritura,
le doy lo mejor de nosotras a una máquina
que ‘piensa’ en tiempo real
como si le fuese propio, es una esponja:
absorbe cada milímetro de información
recopila e indexa
no tengo plata para licencias
me entrego al sistema
le doy mi sangre a los robots
y a las recopilaciones de datos
además ya estoy perdida, no te rías
tengo microsoft

































3











tengo un chat de whatsap conmigo misma

les maestres y las mostras viven fuera del tiempo
una vez, le conté a la chica
que había perdido todos mis poemas
en un cadáver de teléfono
y me contó que podía chatear con mi sombra
si entregaba los restos de mi alma a ese mundo
donde todo se recopila e indexa (no lo dijo así)
ahora que no tengo palabras ni mundo, escribo
donde me recopilan e indexan,
me roban lo que sirve o me vigilan
y tienen lo mejor de nosotras, chica
la impresión que vive más cerca
de la impresión interna, carga latente que espera
25 mil voltios de intensidad al borde de abrirse
como flor tropical
que sueñan las máquinas de la profundidad?
una vez me contó que podía chatear con mi sombra
que si agarraba un grupo abandonado,
un cadáver virtual de los cardúmenes,
podía cambiarle el nombre, podía ponerle puntos suspensivos
y anclarlo arriba de todo, para bajarme a mi misma
la data, mandarme poemas en tiempo real
lo que no quisiera olvidar y las señales interiores al fin
podía abrazarme la sombra y no perder más poemas










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